sábado, 24 de mayo de 2014

MEJORAR LA MOTIVACIÓN EN NIÑOS CON TDAH

ISLA DE LA PALMA Asociacion Besay Asociación de Padres y Madres de Niñ@s y Jóvenes con Déficit de Atención e Hiperactividad: (TDAH) Teléfono Fax 922486562
Hace poco publicábamos una entrada acerca de la motivación que presentaban los niños con TDAH ante los estudios. Cómo comentamos, estos niños están acostumbrados a tener que realizar un esfuerzo mayor que el resto de sus compañeros para afrontar estas demandas escolares lo que provoca, en muchas ocasiones, que aparezcan en ellos sentimientos de inferioridad. ¿Por qué yo necesito más tiempo que mis compañeros? ¿Acaso soy más tonto? Esto tiende a ocurrir en edades en las que su nivel de madurez es bajo y carecen de una capacidad cognitiva para entender las dificultades que conlleva el trastorno sin que ello signifique que tengan menos capacidades intelectuales que los demás. Esta situación puede provocar un descenso en la autoestima y, sobre todo, en la motivación del niño lo que conllevará a su vez, un descenso en el rendimiento, obteniendo unas notas más bajas y reforzando su idea de que no son capaces de rendir. De esta manera nos encontramos en un círculo vicioso del que puede ser complicado salir. ¿TAN IMPORTANTE ES LA MOTIVACIÓN EN NIÑOS/AS CON TDAH? Nosotros consideramos, que los factores motivacionales y de refuerzo son claves a la hora de que los niños con TDAH decidan tomar uno u otro camino. Todas las personas necesitamos sentirnos valorados, y como mejor experimentamos este sentimiento es con las cosas que se nos da bien hacer. Ellos no se consideran especialmente buenos para los estudios y esto, junto con diversas prácticas en los centros educativos, hace que experimenten un rechazo total hacía el ámbito escolar. Esto puede provocar que dejen de esforzarse y que muestren una resistencia excesiva ante la realización de las tareas escolares lo que desemboca en “guerras” con los padres para que las haga, debilitando la relación entre ambos. Peor aún, algunos buscan otras alternativas y encuentran gran refuerzo en la agresividad o alteración del transcurso normal (por ejemplo de la clase). Ellos sienten que esa conducta está siendo reforzada (muchas veces la risa es un refuerzo clave) y tratan de aumentar su frecuencia. Por otro lado, son alumnos que han experimentado en alguna ocasión rechazo o burla por parte de los compañeros, por lo que el hecho de mostrar comportamientos agresivos reduce en su totalidad esta burla, a la vez que adquieren un respeto que no han podido lograr por sus meritos. Y detrás de estas conductas hostiles, nos encontramos a un niño con grandes capacidades pero con una autoestima muy baja que le ha llevado a aprender erróneamente que para encontrar el respeto y aceptación de sus iguales debe llevar a cabo conductas disruptivas. Por ello, es clave descubrir el inicio del problema para poder actuar sobre él cuanto antes y comenzar a reforzar positivamente las buenas conductas, valorando sus capacidades intelectuales y su esfuerzo y castigando aquellas conductas que sean inapropiadas. ¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO HIJO MUESTRA UNA RESISTENCIA ANTE LOS ESTUDIOS? Lo primero que debemos entender es que seguramente esa resistencia pueda ser debido a una baja motivación fruto de una serie de experiencias negativas relacionadas con los estudios. Como hemos comentado en varias entradas anteriores, en muchas ocasiones nos encontramos a chicos y chicas que se han esforzado por conseguir los objetivos pero que ante una falta de técnicas eficaces, ese estudio no ha sido todo lo eficaz que debería no habiendo optimizado el tiempo y cosechando resultados negativos lo que les invitan a tirar la toalla. Deben entender que no han estado estudiando con las técnicas más efectivas para ellos. Aprender a secuenciar la información, a elaborar por escrito para mejorar la comprensión e interiorización de los contenidos se antoja necesario para ellos. Evidentemente, esto conlleva un trabajo extra que al principio no les resulta gratificante pero que cuando comienzan a obtener las notas acordes a su esfuerzo y dedicación, este hábito se ve reforzado, comprendiendo que resultado beneficioso para ellos. Por otro lado, resulta fundamental reforzar el esfuerzo, tan necesario para mantener su motivación. A veces nos centramos tanto en las notas objetivas que olvidamos la entrega y la dedicación que ponen para conseguirlo. La mayor parte de los niños, sobre todo en edades de Primaria, agradecen más el reconocimiento personal y el refuerzo social de un “muy bien hecho”, “buen trabajo, sigue así”, etc. que la propia nota a la que somos los propios adultos los que le otorgamos un mayor valor. Esta parte es importante no solo a tener en cuenta por el padre o la madre sino también por parte del profesorado.